La revuelta de las putas, la crueldad de la esclavitud sexual en primera persona
Un libro realista, con la capacidad de involucrar al lector en una lucha que busca la libertad de millones de mujeres obligadas a ejercer la prostitución, mujeres como su autora, Amelia Tiganus
Amelia Tiganus, autora del libro "La revuelta de las putas"
Sara Rodríguez. Castelló
Escribir un libro es, per se, una tarea compleja. Pero
si, además, explica una experiencia traumática para su autor, debe resultar
abrumador. “Entender cómo funciona el trauma me ayuda a caminar”, relata
Amelia Tiganus, quien acaba de publicar La revuelta de las putas, donde cuenta
cómo vivió su paso de víctima de la esclavitud sexual a activista en la lucha
contra esta.
Abusada y continuamente violada, Amelia vivió desde
su infancia el dolor y la mella que la explotación hizo en ella. Su libro
es un repaso de todas estas frustrantes experiencias y de cómo la llevaron a ver
la prostitución como un modo de acabar con ellas. A idealizar la idea de la
esclavitud sexual como un modo de ganarse la vida, aún a su pesar.
El texto de Tiganus tiene la capacidad de integrar al
lector en la lectura, valga la redundancia, pero también de conectarlo de lleno
con un mundo que, aún siendo bastante conocido, suele verse desde una
perspectiva de tercera persona. Como un suceso tan establecido que empieza a
pasar desapercibido; que necesita, por ese mismo motivo, testigos capaces
de devolver la crueldad que la prostitución forzada perdía de manera
directamente proporcional a su sigilosa inserción social.
Y es que España es el país europeo con más esclavas
sexuales. El 65% de ellas, procedentes de países de la Unión Europea, como
Rumanía, tierra natal de Amelia Tiganus, tierra que abandonó al cumplir la
mayoría de edad tras ser vendida a un proxeneta español. Ella misma lo relata
en el libro, del mismo modo que cuenta el modus operandi de los negocios
de prostitución en España: no pasaban más de tres semanas en un mismo
prostíbulo porque “los puteros exigen producto nuevo”. Y viajando obligada de
‘puticlub’ en ‘puticlub’ por España pasó los próximos cinco años.
La revuelta de las putas es
ese punto de inflexión, ese testimonio desgarrador, aunque
valiente, de millones de historias que aún no han acabado, que no han hecho más
que comenzar. De víctima a activista, así lo describe ella, porque ser
siempre víctima implica no pasar página, pero ser activista significa
defender la libertad de todas aquellas que hoy se encuentran en la situación
que esta autora sufrió y que hoy se atreve a relatar.
Y también es un testimonio de firmeza, de lucha y
de esperanza. De construcción de un futuro que, con un poco de esfuerzo,
podrá ser mejor que el pasado de una autora que ha querido hablar por todas las
que hoy tienen miedo de hacerlo.
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