El Festival Visibles celebra su sexta edición
La inclusividad vuelven de la mano de la danza y el teatro
El Festival Visibles vuelve un año más en la que será su sexta edición. Este espectáculo dedicado a visibilizar -como su propio nombre indica- todo tipo de colectivos y minorías, tendrá una duración más extendida que las anteriores ediciones. Concretamente, comenzó el 24 de septiembre y terminará el 21 de noviembre de 2021. Aunque sus actuaciones se distribuyen por diversos puntos de España, la mayoría se focalizan en Madrid.
El objetivo del Festival Visibles es «crear una verdadera inclusión en escena para luego trasladarla a la sociedad», según afirma su director Javier Crespo. Así pues, Visibles acoge a compañías formadas por diversos colectivos y minorías «sin olvidar que el pilar fundamental del festival son las personas con discapacidad», explica Crespo. A su vez, Javier Crespo es el director de Sala Tarambana, organizadora del festival junto a MACOMAD (Coordinadora madrileña de salas alternativas).
Esta nueva edición contará con 25 compañías nacionales distribuidas en 26 espectáculos que tendrán lugar en los diversos espacios de la Red de Teatros Alternativos, es decir, en Sala Tarambana, Bululú 2120, La Usina, Lagrada, Nave 73, Teatro del Barrio y Teatro de la Sensación de Ciudad Real. En los espectáculos habrá gran variedad de compañías procedentes de toda España y de géneros, como dramas distópicos, tragicomedias, teatro familiar, teatro documental, psicodanza, flamenco inclusivo etc.
Visibles será un popurrí de géneros, compañías y colectivos. Esto es un aprendizaje mutuo para los integrantes de las compañías y los teatros,“es una lección en una sociedad que vive en la perpetua queja”, opina Javier Crespo. También afirma que es una forma de valorar la vida, de empatizar con el prójimo y sobre todo de buscar que la sociedad sea plural, sin exclusión. De momento, la acogida del público está siendo buena, aunque hay algunas funciones con menos éxito de lo esperado.
Asimismo, debido a la pandemia, estos espectáculos se distribuirán más a lo largo del tiempo, concretamente durarán tres meses, mientras que de normal estaban concentrados en 20 días. Esto puede ser una ventaja, ya que, según Javier Crespo «la gente puede hacer su calendario más amplio y elegir con más tiempo lo que les apetece ver». No obstante, el aumento de su duración aumentará los gastos del festival, que se suplen con la financiación privada de las propias salas y de Obra Social La Caixa y también con algunas ayudas públicas del INAEM y la Comunidad de Madrid, entre otros.
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