Vuelven los carnavales de La Morca

Villar del Arzobispo retoma su fiesta insignia después de un año

Evelyn Yarce. Castelló

¡Carnaval, carnaval, te quiero! ¡Arriba La Morca! Así vitorean en Villar del Arzobispo, un pequeño municipio de Valencia, durante su fiesta insignia. Este año no ha podido celebrarse por la pandemia, pero ahora Sanidad permite realizar algunos actos. De esta manera, los carnavales 2022 ya tienen fecha, del 24 de febrero hasta el 26. Eso sí, la Consellería de Sanitat ha publicado distintos protocolos, pero no uno para carnavales.


Mª Ángeles Beaus, alcaldesa del municipio, afirma que según las restricciones actuales, se podrían celebrar con cierta normalidad: “Los carnavales son muy de calle, todo se hace en espacios abiertos”, no solo esto, el desfile ya cuenta con un número limitado de plazas. Aunque, “no serán unos carnavales al uso, pues en Villar se convoca a muchísima gente”, asegura Esther Pérez, directora del Centro Ocupacional de personas con diversidad funcional, donde elaboran El Chinchoso.


Asimismo, la inscripción al concurso de carteles finalizó el 3 de diciembre. La exposición para votar el mejor diseño se hizo del 4 al 8 en el Centro Polivalente, una novedad de este año, porque este centro se inauguró en 2020. El ganador se dirá el día 10, y como en años anteriores, hay premios, uno al mejor cartel, y otro al mejor artista local.


Los carteles ganadores de los últimos tres años empezando por la izquierda. || Fuente: el Ayuntamiento de Villar del Arzobispo. || Elaboración propia.

La Comisión de Carnavales 2021/2022, la asociación encargada de este año, ya está organizando todo. “En un momento dado podemos anularlo o se puede retrasar, pero si no se prepara nada y luego se pueden celebrar, hemos estado trabajando todo el año para nada”, declara Lola Carretón, miembro de la Comisión.


UN CARNAVAL MÁS HUMILDE


La Comisión organiza fiestas a lo largo del año para recaudar fondos, como los carnavales de verano, Halloween o Nochebuena. Hasta ahora solo se ha celebrado la Oktoberfest, pero el permiso llegó tarde y se pospuso a noviembre. Eso sí, la Comisión decidió no hacer Halloween y centrarse en lo que pasó a ser “Novemberfest”, una fiesta donde la gente no respetó el aforo limitado. 


“Tuvimos que cerrar a la una de la madrugada cuando había permiso hasta las cuatro”, admite Carretón. En principio Nochebuena se celebrará, pero se desconocen las condiciones. Esto pone sobre la mesa el dinero recaudado. La cantidad recogida del año pasado se guardó para esta edición y se puede decir que serán unos carnavales más humildes, pues no habrá tantos fondos como años anteriores. 


Todas las fiestas programadas no se han podido hacer, y menos aún otras iniciativas, ya que cada Comisión puede organizar más eventos. Asimismo, solo han podido lanzar las loterías de Navidad y El Niño. No obstante, “la gente se vuelca mucho con el carnaval”, afirma Lola Carretón.


TRES DÍAS INTENSOS


Los carnavales de Villar fueron declarados fiesta de interés turístico en 2020. Se precisa una organización compleja y, por ello, se convoca la siguiente Comisión en cuanto finalizan los carnavales. La alcaldesa aclara que hay más personas involucradas: “Detrás está el Ayuntamiento, barrenderos y canales de obras. Además, ponemos en marcha un operativo especial con cuerpos de seguridad y el centro de salud”. En general, el pueblo dedica mucho tiempo a estos tres días tan intensos.


Elemento característico: La Morca


En homenaje al Entierro de la Sardina de Murcia, aquí se constituyó el Entierro de la Morca. Es el nombre de una clase de embutido muy típico de Villar del Arzobispo, las morcillas. Consiste en desfilar con La Morca, el símbolo característico de estos carnavales, cuya elaboración corre a cargo de la Comisión.


“Es una estructura que viene hueca por dentro con tiras de madera. Se pone periódico, cola y se van añadiendo capas de papel y cartón hasta que sale la forma de La Morca. Finalmente se pinta y se viste”, detalla Carretón. El desfile termina en las puertas del local de la Comisión, donde La Morca se incinera dando lugar al “entierro”.

La Morca transportada por la Comisión durante el desfile y la fotografía de abajo es el entierro. || Fuente: el Ayuntamiento de Villar del Arzobispo y Comunitat Valenciana. || Elaboración propia.

El viernes 26 de noviembre se decidió de qué irá vestida, así como el disfraz de la Comisión. Carretón asegura que “es secreto”, y su confección, como años anteriores, empezará en enero. No solo esto, sino que a dos meses de la celebración, ya se sabe cómo llevan la preparación los diferentes colectivos que actúan en los carnavales.


Las Murgas


El concurso de Murgas es uno de los acontecimientos más esperados y se celebra el viernes por la noche. “Son agrupaciones de gente que se unen y crean versiones de canciones reales para hacer una crítica satírica sobre lo que ha pasado en el pueblo ese año”, explica Pablo López, miembro de la murga KPJ.


La actuación de la murga KPJ en los carnavales 2020. || Fuente: perfil de Instagram de KPJ.


En octubre se reúnen las murgas para pensar en lo que ha pasado en Villar. Cuando se tienen los temas, buscan las canciones que se pueden acoplar. De esta manera, López detalla el último paso: “Una vez tenemos la letra, hay que encontrar músicos porque tanto la voz como la música es todo en directo”.

Actualmente están preparando las letras y ensayan una o dos veces por semana. “Tenemos que aprender las canciones y saber cuándo hay que entrar a la hora de cantar”, afirma el integrante de KPJ. Eso sí, los temas no se pueden saber según admite López: “Hay mucho secretismo entre las Murgas para que no se copie ninguna de lo que hace otra”.

El Chinchoso

La Morca no es el único elemento de estos carnavales tan peculiares. El Chinchoso, en menor medida, también forma parte de esta fiesta insignia. “Representa a una persona que ese año se considera que ha sido negativo y ha generado un malestar a la sociedad”, detalla la directora del Centro Ocupacional.

El Chinchoso adoptando la forma de Ángela Merkel, y otro año siendo La Manada. || Fuente: Elperiodic y archivo Vicente Llatas Burgos.

El Chinchoso, dentro de una jaula, desfila el sábado por la noche con un grupo de correfocs, hasta llegar a la hoguera donde se quema. Según Esther Pérez, se elabora con la técnica de cartón-piedra utilizada para los ninots de fallas. Empiezan en enero y ahora están con el diseño en papel. Eso sí, aunque la Comisión ya ha elegido al misterioso personaje, la directora advierte: “El Chinchoso es uno de los secretos mejor guardados y solo comete a la Comisión desvelarlo”.


El Centro Ocupacional también se encarga del primer desfile, que se hace el jueves por la tarde. No obstante, la pandemia se ve reflejada: “En una situación normal, ya tendríamos claro de qué nos iríamos a disfrazar y habríamos empezado a elaborar los disfraces. Lo que ocurre es que no sabemos si habrá desfile o no”, admite Pérez.


La fiesta por excelencia de Villar del Arzobispo aún está llena de incertidumbre, pero la llama del entusiasmo que trae esta celebración al municipio, sigue más viva que nunca. Eso sí, sea de la forma que sea, vuelven los carnavales de La Morca.

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